El Molino
Situado en el Camino del Molino Luna, había un Molino harinero, transformado en fábrica de harinas y un Batán desaparecido, según Severino Pallaruelo en su obra Los Molinos del Altoaragón de 1994.
- El batán cumplía con una operación imprescindible: dar presteza a los tejidos de lino, cañimo y lana fabricados en los viejos telares caseros. Lo hacían golpeando la pieza con dos mallos enormes de madera que con un movimiento de vaivén iban sobando y rozando el crudo, dentro de un depósito lleno de agua. Los mazos se movían con la fuerza del agua que llegaba entubada desde el río. La tubería también era de madera de roble. Por eso algunos lo llamaban el "Molino viejo", pero se denominaban "batanes". Al agua, el batanero le añadía unos puñados de tierra que la llamaba "tierra blanca de Figueruela" y era muy buena para quitar la grasa de los tejidos
En el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, los datos que ofrece Madoz referidos a Quicena, son que en 1904 había 4 molinos harineros hidráulicos.
Documentos: